Hoy es uno de esos dias tontos que te despiertas y tras una breve miradilla a tu alrededor, decides sin temor a equivocarte que vas a procurar no torcer el gesto en toda la jornada. Para ello es necesario de momento esculpirte una sonrisa preciosa (este requisito en principio a nosotras nos resulta sencillo, pues somos de sonrisa facil) y seguido, como el hecho de tener la faz alegre mejora considerablemente la vision de tu entorno, elegimos alguna actividad que nos permita movilizar esta alegria primeriza en otra de mas calado, como por ejemplo la sonrisa de abanico. Y asi se nos quedo cuando nos acercamos a bendecir nuestro radiante […]